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Mostrando entradas de septiembre, 2019

Vivía un hidalgo de los de lanza y astillero

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Queridos amigos:   Argamasilla, Villanueva de los Infantes, Alcubillas,… pueblos manchegos que disputan “el lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”, bien cierto es que de nuestro universal caballero “nada sabemos de sus padres, linaje y abolengo, ni de como hubieran asentándosele en el espíritu las visiones de la asentada llanura manchega en que solía cazar; nada sabemos de la obra que hiciese en su alma la contemplación de los trigales salpicados de amapolas y clavelinas; nada sabemos de sus mocedades” (Miguel de Únamuno). Cervantes nos ofrece el retrato de un hombre de costumbres rutinarias, “una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos”, es decir, “fritada hecha con huevos y grosura de animales, especialmente torreznos o sesos, alimentos compatibles con la abstinencia parcial que por precepto eclesiástico se guardaba   los sábados en los reinos de Castilla” (RAE), “lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los do

En un lugar de la Mancha

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Queridos amigos: Comenzamos el curso y este año vamos a caminar con el ingenioso hidalgo don Alonso Quijano, cuya vida fielmente fue retratada por el caballero de la triste figura Miguel de Cervantes. Para ello contaremos con la ayuda de dos escritores procedentes de la periferia peninsular: el vasco Miguel de Unamuno y el valenciano José Martínez Ruiz, Azorín, quienes buscaron el alma del manchego en sus respectivos libros Vida de don Quijote de la Mancha y la Ruta de don Quijote . Pero, ¿dónde vivió don Alonso Quijano? Consciente de la importancia que tiene el paisaje, puesto que “somos hijos de la tierra, y de la tierra nos llega la raíz de nuestros futuros desemvolvimientos; la esencia del paisaje que nuestros ojos ven desde niños vienen luego a formar la esencia de nuestro espíritu ” (J.M. Salaverría. Las sombras de Loyola ). Porque “aquellos paisajes que fueron la primera leche de nuestra alma, aquellas montañas, valles o llanuras en que se amamantó nuestro espíritu c